"Tomar en Cuenta al Consumidor: La experiencia reguladora de los E.E.U.U. Con la Competencia en Telecomunicaciones y la liberalizacin del mercado" Comisionada Gloria Tristani Comisin Federal de Comunicaciones Presentacin Central en EXPO Comm Argentina '99 Buenos Aires, Argentina 28 de septiembre de 1999 Buenas tardes! Gracias por invitarme a participar en este evento. Es un gran honor estar nuevamente en Argentina, apenas un ao y medio de mi visita a Bariloche en donde represent al gobierno de Estados Unidos en la conferencia de reguladores de Latinoamrica. En ella, invertimos mucho tiempo discutiendo la implementacin de los compromisos de la Organizacin Mundial del Comercio (OMC) y la transicin hacia tasas contables basadas en el costo. Debo mi presencia aqu a uno de los representantes argentinos ms efectivos, a quien tambin tuve la buena fortuna de conocer en Bariloche. S que hablo en nombre de la Comisin Federal de Comunicaciones entera al agradecer a Hctor Carril por su notable liderazgo en CITEL. El Sr. Carril ha hecho un trabajo sobresaliente reuniendo y proporcionando informacin acerca de cmo los pases del continente americano estn enfocando los problemas de acceso universal y servicio universal. Su liderazgo demuestra que todos tenemos mucho que ganar aprendiendo de y ayudndonos los unos a los otros cuando abordamos nuestros problemas comunes. De modo que es un placer regresar hoy a Argentina accediendo a una gentil invitacin por parte del Sr. Carril. Me complace enormemente estar aqu en un momento tan prometedor de la historia argentina. Uds. estn en la cspide de un cambio fascinante. Con una liberalizacin temprana del estado, un ao antes de lo planeado, vuestro pas est en un curso firme e inevitable hacia la competencia plena. Con la competencia viene la nueva inversin, construccin de la infraestructura de los sistemas de comunicacin y oportunidad de eleccin todas las cosas que beneficiarn a los consumidores argentinos. Hace cinco aos, el Vice Presidente de los Estados Unidos, Al Gore, vino a Buenos Aires haciendo un llamado para que todas las naciones se unieran en la creacin de una "infraestructura global de informacin" (que en ingls llamamos con sus siglas GII). Esta red de redes, como as lo previ el Vice Presidente, nos permitira a todos nosotros, los ciudadanos del mundo, "transmitir mensajes e imgenes a la velocidad de la luz, de la ciudad ms grande a la aldea ms pequea." El Vice Presidente entendi que estbamos en el medio de una revolucin -- una revolucin que podra transformar practicamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde como trabajamos y conducimos nuestras empresas, hasta como aprendemos y como recibimos atencin mdica. l saba que las nuevas tecnologas y redes de comunicacin, en el corazn de la infraestructura global de informacin, nos capacitaran para trascender viejas barreras espaciales y temporales y conectar a las personas, culturas e ideas de todas nuestras comunidades. Asimismo, l predijo que esta infraestructura de informacin sera la clave para el futuro crecimiento de nuestras economas nacionales e internacionales. El Seor Gore fue bastante proftico. En los cinco aos desde su visita, la visin del Vice Presidente se ha realizado en muchas partes del mundo. En otras, sin embargo, queda ms esperanza que realidad. Todava hay partes del mundo en donde la teledensidad se mantiene entre el 1 y el 2% de la poblacin. A lo largo de frica, Asia y Latinoamerica, muchos tienen an que experimentar algn beneficio de la revolucin de las telecomunicaciones. La mitad de la poblacin del mundo todava no ha hecho una llamada telefnica. Cmo entonces, vamos a traer los beneficios de una economa digital, de aprendizaje a distancia y de telemedicina a estas personas? Ciertamente, nuestros gobiernos nacionales no lo pueden hacer por si solos. El Banco Mundial ha calculado que dentro de los prximos cinco aos, se necesitarn 60 mil millones de dlares por ao en capital de inversin para ayudar a construir esta infraestructura mundial de informacin. Los gobiernos por s solos no pueden afrontar una inversin de tal magnitud. En la mayora de los Estados Unidos hemos tenido un sector privado de comunicaciones desde el inicio. No es una coincidencia que la proliferacin de telfonos haya llegado donde ha llegado, aproximadamente 94% de la poblacin tiene telfono. De manera creciente, los pases en la ltima dcada han seguido el camino de la privatizacin, como Argentina en el ao 1990. Luego de vender sus compaas de telfonos estatales, por ejemplo, nuestros vecinos en Mxico, Venezuela y Chile han cosechado los beneficios de los incentivos del sector privado: incremento en la innovacin; eficiencia; inversin y receptividad de demandas del mercado. En los Estados Unidos la ltima compaa estatal de telfonos fue recientemente privatizada en mi lugar de origen, Puerto Rico. Les puedo asegurar que cuando la compaa telefnica de Puerto Rico, the Puerto Rican Telephone Company, fue vendida, nosotros revisamos cuidadosamente la transaccin para asegurar que el inters pblico fuese protegido. Yo deseo plenamente que mi familia y amigos cosechen los beneficios de la privatizacin y la competencia. Por supuesto que la privatizacin por si sola, no es suficiente. Los monopolios, an siendo privatizados, carecen de los incentivos hacia la eficiencia e innovacin que los competidores si tienen. Los monopolios adems, carecen del aliciente para bajar los precios. En ltima instancia, todos los consumidores pierden toda vez que los precios elevados hagan bajar la demanda y el uso y ello signifique por tanto, que haya menos recursos para dedicar a la oferta de acceso universal y a la construccin de la infraestructura. Cuando los pases enfrentan la crtica decisin de la transicin del monopolio a la competencia, es comprensible que se pregunten si las telecomunicaciones son o no son un monopolio natural. Algunos se preguntan si los competidores van a desmejorar al beneficiario del servicio y a desviar los recursos para la red, dejando a los consumidores en peor situacin. Tambin se preguntan cmo se puede promover el servicio universal en un ambiente de competencia. En estos temas, creo que la historia es la mejor maestra. Cuando Chile privatiz su compaa telefnica en 1988, solo 5 de cada 100 chilenos tena telfono. En diez aos de privatizacin, esa figura ha sobrepasado un incremento del 300%. Luego de la introduccin de la competencia en 1994, los chilenos han disfrutado de una reduccin de ms del 50% en las tarifas de llamadas internacionales. Recordemos sin embargo que estas reducciones en las tarifas no representan reducciones en el ingreso. Todo lo contrario, los bajos precios nacidos de la competencia estimulan mayores demandas y uso, favoreciendo un incremento general del ingreso. Continuando con el ejemplo de Chile, los bajos precios aumentaron el trfico en 260% de 1994 a 1997. Todo lo que esto significa es que los consumidores estn mejor que antes. En cada nacin, aquellos que definen sus polticas, enfrentan retos similares guiando la transicin desde monopolio hacia la competencia. Los retos son grandes, como les dir. Pero existen algunos principios inquebrantables que debemos tener en cuenta, al mantener la trancisin en marcha. Al final, todos nosotros: reguladores, fabricantes y proveedores de servicios, sabemos que stos son retos que no podemos dejar de enfrentar. La revolucin de las telecomuniciaciones promete un gran beneficio para nuestras economas nacionales y nuestros ciudadanos, siempre que sepamos aprovechar la oportunidad. Se me ha pedido que concentre mis comentarios en la experiencia de los Estados Unidos Yo espero que este discurso les proporcione informacin til y llene su espritu de fascinacin por lo que el futuro les aguarda. Naturalmente, Estados Unidos no es ms que un modelo nosotros no pretendemos tener todas las respuestas. Pero en Estados Unidos, hemos visto un incremento dramtico en los beneficios al consumidor con el advenimiento de la competencia la demanda y el uso estn en aumento, las tarifas estn bajas, y el crecimiento econmico y la expansin del trabajo continan sin disminucin. Confo en que sta tambin sea la experiencia argentina, mientras avanza en su propio camino hacia la competitividad. He mencionado antes que existen algunos principios bsicos que se deben tener en cuenta. Ellos son de mrito y aplicacin universal. Ellos son los principios que el Vice Presidente Gore bosquej como precondiciones para la infraestructura global de informacin, y ellos estn en el corazn de la Ley de Telecomunicaciones de 1996 de mi pas. Cules son ellos? Brevemente Primero: tener como base, la inversin privada, como he descrito antes. Segundo: eliminar las barreras legales y regulatorias que enfrenta la competencia. Tercero: facilitar el acceso abierto y la interconexin para todos los proveededores competitivos. Cuarto: crear un ambiente regulador estable, transparente y flexible. Quinto: promover el servicio universal. Centrndonos ahora en la experiencia estadounidense, puedo decirles que la Ley de Telecomunicaciones de 1996 fue una tremenda movida ejemplar para nuestro rgimen regulatorio y nuestra industria. En su forma ms bsica, la Ley sienta la poltica de transicin del monopolio a la competencia. Les di a mis colegas y a m el mandato y las herramientas, para forzar la apertura de los mercados locales de telfonos. Busc proporcionar alternativas a los consumidores previamente cautivos (bajo un monopolio). Busc estimular la inversin y la construccin de la infraestructura fsica. Busc propiciar la innovacin y la competencia entre los proveedores. Tres aos y medio despus de su aprobacin, cmo nos ha ido? Yo dira que no hemos llegado an a nuestro destino, pero que estamos bastante bien encaminados. Segn todos los indicadores, los consumidores estn mejor y la industria floreciente. Desde la aprobacin de la Ley, el sector de comunicaciones de la economa de Estados Unidos ha crecido ms de 140 mil millones de dlares. Nuestro sector de la informtica est creciendo dos veces ms que la economa general del pas. Como se acot recientemente en la revista Business Week, "stas son las industrias de crecimiento rpido y precios decrecientes y a la medida que estas industrias representen un porcentaje mayor de la produccon y empleos nacional, quiere decir que Estados Unidos puede tolerar una tasa de crecimiento mayor sin inflacin". En otras palabras, precios decrecientes en las industrias de la tecnologa y de la informtica prcticamente hicieron decrecer la inflacin en 0,7 puntos de porcentaje, ayudando a controlar la inflacin y las tasas de inters en un perodo de gran empleo y crecimiento. De modo que ustedes pueden ver el papel crtico que las telecomunicaciones pueden jugar en Argentina, no solo como la columna vertebral que apoya y soporta otras industrias, sino tambin como una fuente de expansin econmica y estabilidad. Parejamente a la inversin, cientos de nuevas compaas han entrado en la lucha competitiva. El nmero de compaas de telecomunicaciones se ha doblado en los ltimos 5 aos. Tenemos aproximadamente 300 compaas de telfonos mbiles (o celulares) a nivel nacional, y nuevos proveedores locales con infraestructura propia en cada estado de la nacin. Estas nuevas compaas y nuevos servicios han generado nuevos empleos. Desde luego, todo esto ha beneficiado al consumidor estadounidense an ms directamente -- en el bolsillo. En los ltimos 3 aos, las cuentas de los telfonos inalmbricos han descendido en ms de un 40% al florecer en la mayora de los mercados de las reas metropolitanas, un tercer, cuarto o quinto proveedor de servicios. Con esta reduccin de precios, la suscripcin se ha elevado increblemente a 77 millones, indicando que los telfonos celulares se han convertido en una herramienta valiosa para nuestra clase media. Y apenas este mes hemos visto una pelea real de precios para los servicios de larga distancia nacional. Tres aos atrs, los consumidores pagaban entre 20 y 25 centavos por minuto por llamadas de larga distancia, y hoy las grandes compaas estn ofreciendo planes por tan poco como 5 centavos el minuto, a cualquier hora, cualquier da. Como he indicado anteriormente, llegar a esta situacin no ha sido fcil. Tropezamos con ciertos obstculos en el camino, pero siempre hemos sabido enderezar nuestro camino. Hacer esto ha requerido rigurosa adhesin al segundo principio bsico, la eliminacin de barreras que enfrentan los competidores y tomar pasos afirmativos para promover la competencia. Bajo las disposiciones sobre competencia local de la Ley de 1996, nosotros luchamos por asegurar que las tres avenidas hacia la competencia estuvieran totalmente abiertas a los nuevos ingresantes. Esto significa eliminar barreras sobre competencia local, as como eliminar el control de cuello de botella y los incentivos no competitivos del proveedor monoplico. Las tres avenidas hacia la competencia son: el uso de la infraestructura propia; el uso de los elementos desagregados de la red; y la reventa. Quisiera tomar unos minutos para describir estas avenidas de entrada, y compartir algunas de las lecciones que hemos aprendido. La competencia basada en el uso de la infraestructura propia, es la ms fcil de entender, de modo que el nuevo ingresante simplemente construye una red y usa su propia infraestructura para llegar a sus consumidores. Desde luego, todava es necesaria la accin reguladora pues los competidores en este rubro tienen que interconectarse con los otros sistemas de redes y proveedores. De lo contrario, el operador existente podra utilizar sus facilidades tipo cuello de botella para frustrar los nuevos ingresantes. Sin embargo esta clase de competencia basada en el uso del proveedor de sus propias instalaciones no es siempre factible para un nuevo ingresante, ya que conlleva la construccin inmediata de una red completa. Por ejemplo, digamos que un nuevo ingresante puede construir su propia infraestructura para larga distancia y para enrutamiento, podra ser prohibitivo en trminos de costos, el duplicar la ltima milla de instalaciones -- lo que llamamos en ingls el "local loop" y que no es otra cosa que conectar la red de infraestructura con el establecimiento del consumidor. Los impedimentos se pueden basar en economas de escala o en dificultades obteniendo acceso al derecho de paso. De modo que una segunda avenida crtica en que nuestra ley promueve la competencia es una en la que el nuevo ingresante construye porciones de la red y luego compra acceso a las dems instalaciones esenciales de la red, del proveedor en ejercicio, como la ltima milla o "local loop" por ejemplo. Nos referimos a sta avenida como "el uso de elementos desagregados de la red." Adems de minimizar las barreras de ingreso, esto promueve la innovacin en la prestacin del servicio en s, como cuando un nuevo ingresante compra elementos de la red para mezclarlos con nueva tecnologa como lo que llamamos en ingls "packet switching" segn las reglas protocolarias de la red de Internet. Parte del papel que le toca desempear a la Comisin Federal de Comunicaciones, ha sido establecer reglas bsicas de la ruta entre los proveedores del servicio en ejercicio, quienes no desean abandonar su monopolio local y los nuevos ingresantes que desean entrar al mercado precisamente, a travs de la red del proveedor de turno. De manera que, por ejemplo, nosotros necesitamos que los proveedores ya instalados en el mercado, proporcionen un acceso indiscriminado con tarifas, trminos y condiciones que sean justas y razonables. Recuerden que anteriormente yo hice referencia a ciertos obstculos en el camino. Bien, el "acceso a los elementos desagregados de la red" ha sido uno de los ms grandes obstculos, habindose ido a litigio en algunos casos, y en ciertos, incluso a la Corte Suprema de mi pas. Naturalmente, los proveedores en ejercicio van a preferir que los competidores no usen sus redes. Meses atrs, en este ao, la Corte fall confirmando la decisin de la CFC, a travs de la cual los portadores actuales, tenan que ofrecer ciertas combinaciones de elementos de la red, a los competidores. La Corte nos pidi, que proporcionramos informacin adicional que apoye nuestra decisin en lo referente a lo que constituye un elemento esencial que bajo la ley debe ser disponible. Trabajo que hemos completado hace apenas dos semanas. La reventa es la tercera avenida de entrada contemplada en nuestra ley. La reventa puede ser un vehculo efectivo de entrada para competidores nuevos que inicialmente carecen de recursos para construir sus propias redes. As es como MCI empez siendo portador de comunicaciones de larga distancia en Estados Unidos. La reventa tambin tiene beneficios significativos para los consumidores: como un medio de arbitraje, un revendedor compra un nmero elevado de minutos a un precio reducido y luego los revende a precios que el consumidor no podra de otro modo conseguir. Los bajos precios estimulan la demanda y adems promueven el que los portadores que usan las instalaciones de sus propias redes, coloquen sus precios ms cerca de los precios del costo real. Nuevamente, la intervencin regulatoria se hace necesaria para poder promover la reventa: nuestra ley, por ejemplo, requiere que los proveedores en ejercicio, ofrezcan, a precios al por mayor, para la reventa de sus servicios de telecomunicaciones. Muchas naciones han acordado ofrecer la reventa como parte de sus compromisos al incorporarse al mercado bajo el Tratado Bsico de Telecomunicaciones de la Organizacin Mundial del Comercio. Yo les animo que permitan el derecho a la reventa aqu en la Argentina. Naturalmente, un ingreso abierto no nos lleva a ninguna parte si no se tiene la habilidad de interconectarse con y terminar el trfico en otras redes. De modo que, una segunda pieza clave de nuestra Ley de 1996 sobre competencia local ha sido el exigir que los proveedores ofrezcan medios razonables de interconexin, incluyendo la colocacin fsica. Adicionalmente, para evitar el incentivo del proveedor de turno a limitar interconexiones, los precios de transporte y de finalizacin son recprocos y basados en el incremento del costo de largo plazo de proporcionar el servicio a travs de las redes del proveedor. El litigio de muchos aspectos de nuestras disposiciones legales sobre competencia local ha sido lamentable, y la incertidumbre que gener, ciertamente ha tenido un efecto escalofriante en el desarrollo de la competencia local de nuestro pas. Ahora que nuestras reglas han sido respaldadas en las cortes, estamos encantados viendo el progreso que estn haciendo los nuevos ingresantes. Un reciente estudio muestra que aunque los nuevos ingresantes an no tienen sino una porcin muy pequea de las rentas locales -- aproximadamente el 4% el ao pasado -- estn creciendo a pasos gigantescos. El ingreso de los competidores de telecomunicaciones locales se duplic en el ao 1997 y nuevamente en el ao 1998. El nmero de lneas revendidas tambin se ha duplicado el ao pasado. Quiz lo ms contundente sea la confianza del mercado financiero en los prospectos de la competencia local: las 20 empresas de la competencia ms grandes que se han ofrecido al pblico, tienen un valor total de $33 mil millones, comparadas con las 6 compaas que solo llegaban al $1.3 mil millones antes de que la Ley fuera aprobada. De modo que Uds. coincidirn conmigo en que an tenemos un largo camino que recorrer. Pero nosotros sabemos lo prometedora que es la competencia, tal como lo hemos experimentado en nuestros mercados de telfonos inalmbricos y de larga distancia. Y estamos empezando a ver el fruto de nuestra poltica de competencia en el mercado local. Bien, hay mucho que celebrar y mucho que anticipar. Anteriormente, yo me he referido a la Ley de 1996 como aquella que nos ha proporcionado el mandato y las herramientas para estimular la competencia local. Algunas de esas herramientas son las avenidas de entrada que acabo de describir. Otra herramienta esencial ha sido la estructura de la CFC como un ente independiente. Para poder garantizar que un mercado de competencia libre beneficie a los consumidores, es esencial que la agencia reguladora sea independiente de los que operan en el mercado y que ofrezca una proteccin blindada para rechazar cualquier presin poltica. Mis colegas y yo somos nominados por el Presidente y confirmados en el puesto por el Senado por un trmino de cinco aos, y no se nos puede retirar del puesto a voluntad. Nuestra responsabilidad es para con el pueblo, con una obligacin de cumplir nuestros deberes legales para con el inters pblico. En este sentido, es importante que nosotros tengamos un proceso regulador justo, transparente y predecible, el cual sea sujeto a apelacin a las Cortes. Con la adhesin de compromiso de Argentina a los principios de la Organizacin Mundial del Comercio, mencionados en los documentos referenciales, vuestra industria se beneficiar con un ambiente regulatorio claro, justo y estable. La flexibilidad regulatoria tambin es importante a medida que las estructuras de nuestro mercado van cambiando. Ya hemos empezado a considerar cmo nuestros deberes deben cambiar en un ambiente competitivo. En algunas reas, la competencia libre puede obviar regulacin alguna para proteger al inters general. En otras reas, puede conducirnos al resultado opuesto. Por ejemplo, con el incremento de las presiones de la competencia, hemos visto algunas prcticas de negocio injustas, como que a los consumidores se les cambie de proveedor sin su consentimiento. A eso llamamos en ingls "slamming", y recientemente hemos adoptado medidas rigurosas para hacer que esta prctica se haga econmicamente muy poco atractiva, para penalizar al proveedor de servicios inescrupuloso. Espero que ste sea un problema por el que hemos pasado que Argentina pueda evitar desde el principio. Hoy comenc mi discurso enfatizando la tremenda revolucin que las telecomunicaciones han trado a nuestras vidas. Me he concentrado en los beneficios de la competencia libre cmo la competencia mejorar la industria de su pas, su economa y la calidad de vida de sus consumidores. Afortunadamente nuestra ley est fundada en la premisa que, en la mayora de las instancias, la competencia beneficiar al inters pblico. Pero hay momentos en que la competencia por s sola, puede no ser suficiente. De modo que, mirando hacia el pasado, hace 55 aos, cuando se cre la Comisin Federal de Comunicaciones, el Congreso apuntaba hacia la garanta de un sistema de telecomunicaciones realmente global, que estuviera al alcance de todos los estadounidenses, "sin discriminacin por razones de raza, color, religin, origen nacional o sexo". La Comisin Federal de Comunicaciones ha tenido un papel crtico, al poner un servicio de calidad y asequible, a disposicin de aquellos quienes de otro modo no tendran acceso tales como gente de bajo nivel econmico o gente que vive en reas muy costosas o zonas rurales. Como mujer Hispana y como ciudadana de un estado rural, yo me he dedicado a estos temas personalmente, pues s cun vital es el acceso a los servicios de las telecomunicaciones en estimular la igualdad y la oportunidad. En general, nuestra penetracin de telfonos en los hogares de 94%, indica que hemos hecho un buen trabajo. Pero esa cifra cubre algunas desigualdades de ingreso y de grupos tnicos. 95.7% de las familias blancas tienen telfono. Para la poblacin negra, esa cifra se reduce a 87.8% y para los indgenos, esa cifra puede ser tan baja como del 20%. En el pasado, nuestra meta de servicio universal se busc de manera caprichosa y poco coherente, an cuando haba un sistema de subsidios implcitos en la empresa de monopolio local. Estos subsidios trasladaron costos de la zona rural a los consumidores urbanos, de clientes privados residenciales a clientes de negocios, y de consumidores locales a consumidores de larga distancia. Tal sistema de subsidios no podra sobrevivir en un mercado de competencia, de modo que por indicacin del Congreso, reorientamos el sstema de varias maneras. Hay muchos medios efectivos de ofrecer apoyo a la oferta de servicio universal -- y yo s que el Sr. Carril y su grupo en CITEL han trabajado con xito para publicar un informe sobre las "mejores prcticas" cubriendo muchas de estas alternativas. Djenme simplemente describir lo que hemos hecho en Estados Unidos. Lo ms importante, es que hemos adoptado los principios de no discriminacin y de competencia neutra. Todas las compaas de telecomunicaciones hacen un depsito en una cuenta que va a un fondo para apoyar la industria; tal pago es de acuerdo a los ingresos interestatales. De manera recproca, todas las compaas que contribuyen al fondo, pueden retirar dinero para ofrecer los servicios que se apoyan si estn autorizadas para hacerlo. Esta neutralidad competitiva y tecnolgica nos beneficia estimulando la competencia en el ejercicio de la oferta de estos servicios. Un ejemplo, es que las compaas de telfonos inalmbricos estn buscando proporcionar servicio bsico en sistemas fijos de telfonos inalmbricos. En muchas reas rurales, sta puede ser una alternativa muy eficiente. S que su Secretara acaba de anunciar apenas hace unos meses, un "Reglamento General del Servicio Universal" que est basado en una contribucin uniforme de todas las compaas proveedoras de servicios de telecomunicaciones. ste es un desarrollo maravilloso para su pas, y ya estoy ansiosa de ver el ao entrante, cmo ha sido administrado el fondo. Ms all del acceso a la telefona bsica, tengo una gran inquietud acerca de la creciente brecha entre los que tienen y los que no tienen acceso al Internet en mi pas. Los hogares de la gente negra e hispana en comparacin con hogares blancas, apenas representan las 2/5 partes de hogares en donde existe acceso a la red Internet desde la casa. Y de acuerdo al ingreso, se puede decir que los hogares rurales tienen la mitad de probabilidades de contar con acceso a la red Internet desde el domicilio, de las que tienen hogares urbanos. Para hacernos cargo de esta brecha dispar, hemos ofrecido descuentos para los colegios y las bibliotecas en toda la nacin, para adquirir servicios de telecomunicaciones, conexiones internas y acceso a la red de Internet. Los descuentos se basan en la necesidad, recibiendo los colegios ms pobres hasta un 90% de descuento. Este programa ha sido un xito enorme y nuestra esperanza es que todos los colegios en los Estados Unidos estarn conectados al Internet en el ao 2000. La red de Internet es un gran motor igualizador o empatador. Una fuente de informacin y conocimiento que crece, se desarrolla, y no se la puede detener, la misma que tiene el potencial de eliminar barreras antiguas de geografa y riqueza. La red de Internet, trasciende tales distinciones, y tiene el potencial de democratizar nuestras sociedades ms adelante. Puede hacer asequible los materiales y recursos encontrados en la Biblioteca del Congreso en Washington la cual es depositaria de toda publicacin en Estados Unidos puede hacer que tal informacin est al alcance de los dedos de un escolar en una remota aldea en mi estado rural de Nuevo Mxico. As tambin, puede llevar tales recursos a sus hijos, aqu en Argentina, y puede mostrar las fotografas del Museo Nacional de Bellas Artes a mi hijo Jorge, all en Washington. Este compartir entre naciones, es lo que el Vice Presidente Al Gore, concibi hace cinco aos. Garantizar el acceso a los beneficios de tal revolucin es por lo cual yo tom este cargo, y sospecho que tiene algo que ver con la razn por la cual Uds., tambin, han elegido trabajar en esta industria. Hemos sido todos privilegiados de estar en donde estamos, conociendo el potencial que la revolucin de las telecomunicaciones guarda para nuestros pases. Responsabilidad acompaa a tal privilegio. Un informe reciente del Departamento de Comercio de Estados Unidos, describi los retos de esta manera: Para las naciones en desarrollo, el potencial de la productividad de las economas digitales ofrece ambas: paz y preocupacin; con inversin suficiente, puede proporcionar los medios para acelerar el desarrollo, pero sin la inversin necesaria, los pases en desarrollo pueden encontrarse asimismos, rezagndose an ms en un mundo donde la interconexin va en aumento. Estoy muy complacida de haber sido invitada a hablar en este momento de la historia argentina. Espero que haya algunos elementos de nuestra experiencia que puedan servirles de inspiracin. Una infraestructura global de informacin no puede existir sin una infraestructura vibrante latinoamericana. Argentina, con su inminente liberalizacin de mercado, y sus nuevas regulaciones de servicio universal, ciertamente ayuda a dirigir el camino. Muchas gracias.