Discurso de la Comisionada de la FCC Gloria Tristani ante el Caribbean Telecommunications Council San Juan, Puerto Rico 4 de octubre, 2000 (tal como fue preparado para pronunciarlo) Muchas gracias por tan amable presentación. Es maravilloso estar nuevamente en Puerto Rico y en San Juan, donde nací y me crié, y poder hablar con ustedes sobre la revolución de las comunicaciones que estamos presenciando en el Caribe y el resto del mundo. No es ningún secreto que la Era de la Información está cambiando la manera en que manejamos los negocios, la manera en que aprendemos y la manera en que nos comunicamos. Y cada vez más, estamos descubriendo que los líderes del Caribe están tomando las medidas correctas y necesarias para desatar este potencial. Por supuesto, la promesa es una serie de redes de comunicaciones que habiliten a las personas, conecten las comunidades y fortalezcan las economías. Estamos viviendo unos momentos verdaderamente extraordinarios. Como puertorriqueña, también me complace poder estar aquí este mes, que es el Mes de la Herencia Hispana de nuestra nación. Cada año, esta celebración nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra historia - y sobre nuestro futuro. Para honrar las contribuciones de los hispanoamericanos, el Presidente Bill Clinton emitió recientemente una proclamación, que en parte dice así: La comunidad hispanoamericana es una amalgama de grupos definidos, entre los que figura gente con raíces en América Central y del Sur, México, el Caribe y España. Los hispanos han constituido una parte importante de la historia y el patrimonio de las Américas desde los primeros días de la colonización europea, y actualmente los hispanoamericanos representan la comunidad minoritaria más joven y de más crecimiento en nuestra nación. Dedicados a la familia, la fe, el país y el trabajo duro, traen unas perspectivas y experiencias únicas a nuestra comunidad y carácter nacional. El Presidente Clinton añadió que “con los lazos culturales y lingüísticos que nos unen a nuestros socios del comercio en todo el Hemisferio Occidental, los hispanoamericanos son vitales para mantener la competitividad y la prosperidad de nuestra Nación en la economía mundial del Siglo 21”. Y así pues, me encuentro aquí entre amigos en Puerto Rico para decirles que el mercado de las comunicaciones ofrece una oportunidad formidable para contribuir al crecimiento de nuestro pueblo, nuestra nación, nuestra región y la comunidad mundial. Quisiera comenzar echando un vistazo rápido al medio de las comunicaciones que está transformando la vida cotidiana de todos nosotros, la red Internet: ? Actualmente, más del 5% de la población mundial está "en línea". ? El año pasado se conectaron a Internet 190 usuarios nuevos por minuto. ? El tráfico de Internet se duplica cada día. ? En Estados Unidos, dos de cada tres niños con acceso a una computadora en sus casas, la usan para ayudarles a hacer sus tareas escolares. ? La economía de Internet se estima que alcanzará un trillón de dólares el próximo año. La red Internet es una plataforma de lanzamiento para las oportunidades y el enriquecimiento. Por ser una fuente de información y conocimientos imparable y en constante crecimiento y evolución, eliminará las antiguas barreras del tiempo, la distancia, la educación y la riqueza. Transciende esas distinciones, y tiene el potencial para democratizar aún más nuestras sociedades. Puede hacer llegar los recursos de la Biblioteca del Congreso de Washington - donde se encuentran todas las publicaciones que han visto la luz pública en Estados Unidos -- a las manos de un escolar en Aguada, Puerto Rico, o Santa Lucía, o cualquier otra parte del mundo. Sin embargo, todos sabemos demasiado bien que el acceso a Internet es sumamente disparejo. En Estados Unidos, las familias con ingresos de más de $75,000 tienen veinte veces más probabilidades de tener acceso a Internet que las que perciben niveles de ingresos más bajos. Los norteamericanos blancos tienen más probabilidades de tener acceso a Internet en sus casas que los afroamericanos o hispanos desde cualquier lugar. Y los norteamericanos que viven en áreas rurales se están quedando rezagados en el acceso a Internet, y mucho más en las conexiones de alta velocidad a este medio. En general, alrededor del 33 por ciento de los hogares norteamericanos tiene acceso a Internet. Tengo entendido, que según un estudio de Research y Research, en Puerto Rico, solo 15% de los hogares tienen acceso a Internet. Pero antes de enfrentarnos a la brecha existente en el acceso a Internet, primero tenemos que enfrentar la cuestión de la penetración telefónica básica - o sea, la rapidez con que las familias se abonan al servicio telefónico. A medida que el mundo se va interconectando, algunas partes se van quedando atrás. Es más, todavía quedan partes del mundo donde la densidad telefónica sigue siendo del 1 al 2 por ciento de la población, y donde la mayoría de la gente tiene que caminar varios días para tener acceso a un teléfono. En la región del Caribe, las estadísticas son algo más difíciles de obtener, pero los datos disponibles son bastante sorprendentes: en 1999, la densidad telefónica era de 19 líneas por 100 personas en Jamaica, de 9 líneas por 100 personas en la República Dominicana, y de tan solo 0.8 de línea por 100 personas en Haití. Esto se compara con 66 líneas por cada 100 personas en Estados Unidos en general, y 33 líneas por 100 personas aquí en Puerto Rico. Como dirigentes formuladores de política, como profesionales de la industria, y como ciudadanos, necesitamos encontrar la manera de mejorar las cosas - aquí en Puerto Rico, en el Caribe y en el resto del mundo. Afortunadamente, los acontecimientos en la tecnología y el mercado en la Región del Caribe -- en muchos casos promovidos por decisiones tomadas por los organismos reguladores -- están causando mucho revuelo. Durante muchos años, el mercado de las telecomunicaciones del Caribe estuvo dominado por los monopolios estatales, pero ya está despertando a las inversiones y la competencia. El resultado es un crecimiento cada vez mayor de las telecomunicaciones y un acceso más generalizado al servicio telefónico básico y a Internet. En muchas de las islas, la tecnología inalámbrica o de celulares es la fuerza motriz que impulsa el crecimiento de las telecomunicaciones. Aunque la penetración alámbrica sigue siendo limitada, la inalámbrica está permitiendo a los consumidores avanzar a pasos agigantados hacia la próxima generación de tecnología. Muchos consumidores están sustituyendo felizmente la realidad del servicio móvil por la esperanza fugaz de una conexión alámbrica. Puerto Rico es un buen ejemplo. Actualmente, la isla disfruta de un vibrante mercado de comunicaciones celulares, teniendo 5 empresas operadoras de servicio móvil, y la sexta está programada para comenzar a prestar servicios en los próximos meses. El aumento en el número de abonados ha sido fenomenal. Hoy existen más de 800,000 clientes de servicios celulares en Puerto Rico. Desde 1998 hasta 1999, el número de abonados de servicios celulares aumentó en un 58 por ciento. Esto se compara con una tasa de crecimiento del 32 por ciento en este servicio en Estados Unidos en conjunto. De continuar la actual tasa de crecimiento, los usuarios inalámbricos puertorriqueños pronto sobrepasarán la penetración alámbrica, que oscila en torno al 35 por ciento. Y la competencia está generando ofertas innovadoras. Por ejemplo, Clearcomm no cobra por las llamadas entrantes. En la República Dominicana, con su creciente mercado de telecomunicaciones, el número de abonados inalámbricos aumentó en un 70 por ciento de 1998 a 1999. Además, la nueva tecnología ayuda a reducir la brecha existente en el acceso a Internet. Star Media y Codetel han establecido el primer portal personalizado del servicio móvil por Internet en la República Dominicana, transmitiendo noticias locales y mensajes breves directamente a los teléfonos móviles de los consumidores. Junto con los acontecimientos tecnológicos, la liberalización de los mercados de telecomunicaciones está avanzando rápidamente en el Caribe de habla inglesa. A esos efectos, los líderes de muchos estados caribeños recientemente tomaron intrépidas medidas para abrir sus mercados. Como ustedes saben, Cable & Wireless es el proveedor de servicios alámbricos largamente establecido en los países caribeños de habla inglesa. Cable & Wireless es el beneficiario de licencias a largo plazo concedidas por estas naciones isleñas, y que por lo general incluyen condiciones muy favorables, así como monopolios a largo plazo. Pero estos gobiernos, para su inmenso crédito, posteriormente reconocieron la importancia de los mercados de comunicaciones competitivos para mantener economías saludables y comunidades vibrantes. El 16 de febrero del 2000, el Parlamento de Jamaica promulgó leyes destinadas a codificar el acuerdo suscrito por el gobierno con Cable & Wireless con objeto de poner fin al monopolio telefónico de esta empresa. Con ese objeto, el gobierno ha iniciado un plan de transición de tres años para lograr una competencia total. Jamaica recientemente subastó dos nuevas licencias para servicios inalámbricos y los proveedores esperan comenzar a ofrecer este servicio a principios del próximo año. Además, varios miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental han establecido una autoridad reguladora regional, la Autoridad de Telecomunicaciones del Caribe Oriental. Su primera tarea consiste en supervisar la revisión uniforme de nuevas leyes de telecomunicaciones, que con el tiempo se propondrán a cada uno de los parlamentos respectivos. Otras naciones también están celebrando conversaciones para terminar el largamente arraigado monopolio de Cable & Wireless en el Caribe. Felicito a estas naciones por los pasos positivos que han dado para asegurar que sus pueblos se beneficien de un mercado de telecomunicaciones competitivo. Sin embargo, la liberalización todavía se encuentra en una etapa temprana, y un desafío fundamental para todos los gobiernos es la formulación de un sólido marco regulador que guíe la transición hacia un mercado totalmente competitivo. En cada nación, los dirigentes responsables por la política a seguir, enfrentan problemas similares, y puedo asegurarles que son difíciles. Pero hay unos cuantos principios sólidos que hay que tener presentes para mantener el curso de la transición. Y en fin de cuentas, todos nosotros -- reguladores, proveedores del servicio y fabricantes por igual -- sabemos que debemos resolver estos problemas si queremos unirnos a la revolución de las comunicaciones. La Era de la Información promete grandes beneficios a nuestros ciudadanos y nuestras economías, siempre y cuando nos aprovechemos de la oportunidad. Estos principios los enunció por primera vez el Vicepresidente Al Gore en 1994, cuando se dirigió a la primera Conferencia sobre Desarrollo celebrada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones en Buenos Aires. En esa ocasión pidió a todas las naciones que se unieran en la creación de una Infraestructura Global de Información (IGI). Esta red de redes, afirmó, nos permitiría a todos "transmitir mensajes e imágenes a la velocidad de la luz desde la ciudad más grande hasta el pueblito más pequeño." El Vicepresidente comprendía que nos encontrábamos en medio de una revolución -- una revolución que nos permitiría transcender viejos obstáculos de distancia y tiempo, y conectar a los pueblos, culturas e ideas de todas nuestras comunidades. Y predijo que esta infraestructura de información sería la clave del crecimiento futuro de nuestras economías nacionales e internacionales. ¡Cuánta razón tenía! El Vicepresidente Gore planteó los pasos siguientes para lograr una transición exitosa: (1) un sector de telecomunicaciones privatizado y liberalizado; (2) redes abiertas de telecomunicaciones; (3) una autoridad reguladora fuerte e independiente, y (4) políticas oficiales para promover el acceso universal. Este marco ya se está afincando aquí en el Caribe y en el resto del mundo, y la FCC está lista para ayudar a todos a adoptar estos principios. Durante el año pasado, mi colega Bill Kennard, Presidente de la FCC, promovió una Iniciativa para el Desarrollo destinada a establecer lazos con las autoridades directivas de telecomunicaciones en el mundo en desarrollo. La FCC se ha unido a programas de trabajo con varios países que han acogido la competencia como un método para ampliar el acceso a las telecomunicaciones. Jamaica es un ejemplo de esta iniciativa. El personal de la FCC trabajó con sus colegas jamaiquinos para ayudar en la gestión y numeración del espectro de frecuencias radioeléctricas. En combinación con la USAID, la FCC también ha ayudado a los miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental a desarrollar el organismo regulador regional. Como reguladores y dirigentes responsables por la politica a seguir, confrontamos planteamientos difíciles. Por supuesto, Estados Unidos no es más que un modelo -- no pretendemos saberlo todo. Pero con el advenimiento de la competencia hemos presenciado aumentos considerables en los beneficios para los consumidores -- la demanda y la utilización han aumentado, las tarifas han bajado, y el crecimiento económico y la ampliación de los puestos de trabajo no dan señales de disminuir. A pesar del progreso alcanzado por los propios Estados Unidos en sus intentos por inyectar la competencia en nuestro país y el extranjero, todavía tenemos mucho que hacer en nuestra propia casa. Aquí en Puerto Rico, PRTC sigue siendo el proveedor abrumadoramente dominante. Por lo tanto, la entrada de la competencia está a la zaga de la registrada en E.U., y los consumidores todavía no están recogiendo todos los frutos prometidos por la Ley Federal de Telecomunicaciones de 1996. Si bien unos cuantos revendedores están avanzando algo en el mercado comercial, la competencia basada en instalaciones está en su infancia. Sin embargo, hace poco GTE, la compañía que controla a PRTC, fue absorbido por Verizon. PRTC ahora tiene acceso a los recursos de una de las empresas de telefonía más grandes de Estados Unidos y la primera compañía telefónica local en demostrar que su mercado nacional era suficientemente competitivo como para ingresar en el mercado de larga distancia. Espero ver los beneficios de la administración de Verizon aquí en Puerto Rico la próxima vez que visite la isla. Sin embargo, estoy muy satisfecha de que en los tres últimos años las escuelas y bibliotecas de Puerto Rico se hayan beneficiado de más de $120 millones en descuentos en servicios de telecomunicaciones, acceso a Internet y conexiones internas gracias al programa "E- Rate" creado por la Ley Federal de 1996. Este programa ofrece a las escuelas primarias y secundarias, y a las bibliotecas, descuentos del 20 al 90 por ciento en las tarifas comerciales. El año pasado, Puerto Rico ocupó el cuarto lugar en cuanto a la mayor cantidad de fondos asignados por estudiante, con un promedio de $93 por alumno. Me siento muy orgullosa de que este año el programa “E-Rate” se financiará con el tope de $2.25 billones – a nivel nacional. En 1997 vine a Washington para servir como Comisionada de la FCC rigiéndome por un solo principio: el de crear incentivos y adoptar políticas que aseguraran que todos los ciudadanos americanos se beneficiaran de la revolución de las comunicaciones. En realidad, nuestra función es mucho más amplia. Unidos a nuestros vecinos del Caribe y en todo el mundo, tenemos una oportunidad maravillosa para mejorar nuestras sociedades y nuestras economías. Las reformas e innovaciones que estamos experimentando aquí en el Caribe son muy prometedoras para alcanzar estas metas. 10 3